El litio reacciona facilmente con la humedad, por lo que la producción de baterías debe realizarse en salas secas con unos niveles ultrabajos. Estas condiciones supersecas garantizan la calidad del producto y la seguridad de los trabajadores, independientemente de si se trata de un pequeño laboratorio de investigación y desarrollo, un microentorno o una instalación de producción a gran escala.
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