Condiciones óptimas en la elaboración de cerveza.
El moho y el crecimiento de bacterias han sido, siempre, un problema para los fabricantes de cerveza. La cerveza debe almacenarse, en grandes cubas a bajas temperaturas y durante varias semanas, durante el proceso de fermentación y hasta que esté preparada para su embotellado. Durante este proceso, se preparan miles de litros de cerveza y los efectos de un nivel de humedad elevado, pueden afectar negativamente.
Durante la fermentación, las cubas se someten a temperaturas de unos +2ºC. Al entrar aire ambiente en el recinto, se forma condensación en las cubas, en los conductos y en las paredes y pasillos. Estas zonas húmedas y problemáticas se limpian, normalmente, con vapor lo cual puede agravar el problema.
La solución propuesta por Munters es reducir la carga de humedad en el aire mediante la deshumidificación por rotor desecante, eliminando así, la condensación. Una vez que la condensación está controlada, los tiempos de secado se reducen después del lavado con el nuevo aire seco y se elimina el crecimiento de bacterias.
Los equipos de control del clima de Munters evitan la condensación y el crecimiento de moho y bacterias en las superficies frías; los tiempos de lavado se reducen y no hacen falta trabajos de redecoración de manera frecuente.