AVICULTURA

El estrés por calor en aves se manifiesta a través de signos de sofoco, alas extendidas, entre otros síntomas. Los animales no ganan peso o lo pierden y el ratio de mortalidad aumenta. El tamaño y  la calidad de la cascara se deteriora. En las granjas de aves de cría se reduce la fertilidad.  

Porcino

El estrés por calor en granjas de cerdos se manifiesta cuando los animales se revuelcan contra el suelo, temblores de músculos, aumento de la mortalidad, pérdida de peso, sofoco y disminución del consumo de alimentos. Las cerdas madres producirán menos leche y se reducirán los índices de fertilidad. 

VACUNO

En las naves de ganado vacuno, las vacas beben el doble y babean; comen menos y prefieren estar en las zonas más frías del establo.

Cuando las vacas muestran signos de estar fuera de la zona de confort y de estar afectadas por el estrés provocado por el calor, hay que pensar en mejorar las condiciones climáticas dentro de la nave. El estrés provocado por el calor tiene un impacto muy negativo; reducción de la producción de leche, problemas en la eficiencia reproductiva, además de, un riesgo alto de infecciones. 

INVERNADEROS

Las plantas pueden sufrir, también, problemas de estrés que se materializan en una limitación del crecimiento, fruta con aspecto arrugado y debilitamiento de las hojas. Los niveles elevados de humedad y la falta de humedad provocan que las plantas tengan una excesiva transpiración y problemas en las cosechas.  

El estrés provocado por el calor puede solucionarse, en todos los diferentes escenarios que hemos mencionado anteriormente, instalando sistemas de control del clima de Munters.